jueves, 5 de agosto de 2010

MARCOS PALOMBO EN V12

V12 foto El modelo uruguayo Marcos Palombo le brindó una nota a la revista V12, y acá podés revivirla:

Marcos Palombo comparte anécdotas de algunas de sus vivencias y experiencias como modelo.

Texto completo original de su relato escrito para la Revista “V12”.

Hoy, rememorando otros tiempos, recuerdo con gracia tantas cosas… ya en los comienzos, como la primera vez que presenté mis fotos en una de las mejores agencias de modelos “Valentino Bookings”, de cómo éstas estaban conformadas, la manera en que tenía el pelo, la ropa; algo tan distinto a lo de ahora. Pero lo que despertó mi atención fue la opinión tan dispar que sobre cada una de esas fotos tenían Carlos Cámara (Director de la agencia) y su Head Booker. Ese fue mi primer aprendizaje. Las decisiones a tomar son muy personales. Tener conocimientos y ser entendido en la materia te brinda mejores posibilidades de orientarte, pero no te garantiza que sea la decisión adecuada.

En lo particular, carecía por completo de referentes sobre este medio. ¡Cómo se notaba mi inexperiencia! El primer día, al llegar a una castinera para una publicidad con destino a Canadá, me encontré con un entorno de grabación como cámaras, luces… Pensé: “¿Será acá mismo donde se graba el comercial?”, en ese justo momento me pidieron que me colocara frente a cámaras, algo de lo que me negué rotundamente en un principio. Exigía ver el contrato. Mi ingenuidad me daba a pensar que los casting eran como las clásicas entrevistas de trabajo, conversando sentados frente con un escritorio de por medio. Me da risa recordarlo y hasta vergüenza de contarlo. Al final de todo… igual accedí, aunque desconfiadísimo, pero terminó saliendo todo bien. Lo mejor fue al mencionarme el cachet, me resultaba tan bueno que creía que se habían equivocado en el monto, me decían que era en dólares pero yo simplemente pensaba que serian pesos. Claro que hoy en día esa cifra me resulta normal o hasta baja. ¡Uno se mal acostumbra! La suerte cumplió un papel preponderante en mis inicios, ya que en esos primeros casting quedé seleccionado para grabar roles protagónicos, que de alguna forma me permitieron tomarle el gusto a esta nueva profesión, de no haber sido así, seguramente no hubiera continuado, ya que como ven me encontraba muy escéptico; pero es el esfuerzo personal lo que verdaderamente ha estado definiendo mi carrera, sin dejar de disfrutar en el proceso.

Muchas veces en rodajes publicitarios en donde la trama requiere del consumo del producto y este es alguna bebida alcohólica, hay que actuarlo y disimularlo, porque la grabación de las escenas se repiten bastante. El whisky es muy fácil, con té o jugo de manzana. En la cerveza se utiliza sin alcohol. Pero… ¿Y si a último momento no se pudo conseguir…? Eso fue lo que me ocurrió en una oportunidad. Y peor para mi, no estoy demasiado habituado a las bebidas alcohólicas. Les voy a dejar a vuestra imaginación como concluí ese día de trabajo.

Una de las cosas que habitualmente me comenta la gente, es que no pueden creer que no me llame la atención el ver a las modelos cambiándose y quedando muchas veces desnudas en los backs, pero mi respuesta es recurrente, me resulta tan usual que ni siquiera noto si están desvestidas o no. Yo mismo a veces he perdido la perspectiva y me he cambiado delante de cualquiera. Por ejemplo, me he probado ropa en algún local… olvidándome que no es un entorno profesional y descuidando el cerrar la puerta.

Trabajando en el exterior también me han ocurrido hechos muchas veces insólitos.

Recuerdo que en cierta oportunidad, en ocasión de desfilar en una pasarela internacional, estructuralmente muy angosta, con una altura considerable, y la peculiaridad de estar formada por curvas que obligaban a estar muy atento al transitar por ellas. Y a diferencia con los ensayos, existía un cambio de luces que me daba directamente en la cara quedando la pasarela totalmente a oscuras, esto ocurría al final del recorrido de tal forma que se me hacía imposible ver donde debía pisar para regresar. Pero tampoco podía estar “tanteando” con el pie. El enorme salón colmado de prensa y público. Así que imaginen que la situación era un tanto complicada, parado, quieto, sin hacer nada. El tiempo se me hacía eterno. La circunstancia no ameritaba realizarle señas al encargado de luces, que quien sabe donde se encontraba. Lo único que podía hacer era tratar de disimular mi estancia allí. ¿Y si están pensando que estaba tenso?… Se equivocan. Me lo tomé con total tranquilidad. Solo esperé, esperé y esperé, hasta que al final se produjo ese tan deseado y “hermoso” podría decirse, cambio de luces, permitiéndome entonces finalizar.

Recuerdo también, con motivo de un viaje a Ecuador, cuando competí y terminé haciéndome acreedor del título de Mr. Intercontinental o Mr. Iberoamérica como también se le llamó en ese caso, en donde además se desarrollaba paralelamente Miss Iberoamérica, y por este motivo se le llamo Megaevento. El compañerismo y la confianza que entre los participantes se generó, derivó en el curioso hecho que concluí por tener copia de todas las tarjetas magnéticas de ingreso a las habitaciones de las chicas en el hotel, por distintas e inocentes razones y que al ser estas todas de similar formato se me transformó en una verdadera odisea cada vez que necesitaba entrar de apuro a mi propia habitación.

El mismo día del evento, debíamos realizar una pasada en traje de baño. Mis “contrincantes” usaban algo que ellos creían que cuanto mas chico mejor. La organización otorgaba ciertas libertades, pero yo no estaba muy al tanto de nada, ya que a diferencia de los demás que venían preparándose hacía mas de 1 año en su mayoría y que 4 meses antes tenían todo en regla, a mi 4 días antes recién me confirmaron la invitación. Según mi costumbre pretendía desfilar con un boxer pero la organización al vérmelo puesto no lo aprobó, no me querían dejar salir al escenario. Sin embargo, cuando sentí mi nombre me apuré y -de todos modos- salí por otro costado. Lo inaudito fue que terminé ganando todas las pasadas incluyendo esa salida. A pesar de todo no dejo de dar crédito y reconozco que fue verdaderamente excelente la organización de este fabuloso evento.

Pero mis nervios no terminaron ahí. El último día, en momentos en que me disponía a emprender viaje hacia el aeropuerto, estando en el hotel, noté que me faltaba un pequeño bolso de mano, que no era cualquier bolso, ya que en el -entre otras cosas- se encontraba mi pasaporte. Las habitaciones ya habían sido ordenadas por el servicio y el bolso -se me había dicho- había sido encontrado y guardado como extraviado, pero no aparecía y si bien el hotel se hacía responsable por mi vuelo yo no podía postergarlo, ni siquiera llegar ni un par de horas tarde a Montevideo porque apenas a 2 horas de mi regreso debía partir hacia el continente asiático por un contrato de trabajo. Al final el bolso apareció, y con el tiempo excesivamente justo, pero logré cumplir con mis obligaciones.

Otra de las cosas que me sonó muy divertida fue en la forma que nos nombrábamos en todo momento entre nosotros. Era por el nombre del país, o en algunos casos abreviaciones, como ser Nica (Nicaragua), Guate (Guatemala), Pana (Panamá)…

En alguna otra ocasión mencionaré otras historias, tengan en cuenta que cada rodaje para comerciales es a su vez una nueva historia, siempre situaciones distintas. Como una vez que me colgaron desde una grúa porque la trama del comercial requería un personaje que volaba, pero entre una cosa y otra se distrajeron, olvidándose de mí un muy buen rato, en que permanecí colgado a unos 10 metros de altura.

O las clásicas grabaciones para refrescos que la idea es estar disfrutando del verano en alguna hermosa playa, tomando sol y refrescándose al tirarse al agua, pero la realidad es que muchas veces grabamos en pleno invierno, con temperaturas muy pero muy bajas.

Lógicamente siempre hay muchas más de estas anécdotas para compartir, y claro, ciertamente hay algunas demasiado “subidas de tono”… como para poder ser contadas.

3 comentarios:

Ju dijo...

deberia ser escritor ademas!!

Anónimo dijo...

Lo escribio el mismo? Escribe asi?

Santy dijo...

No tengo duda que lo escribió el solito!!!

Si algo tiene Marcos es que más allá de todo tiene una cabecita muy centrada y super culto...

Arriba chiquilín, al infinito y más allá ;-)